En las últimas décadas hubo una fuerte expansión de la cobertura de educacón superior en Chile a partir del incremento de la oferta privada postsecundaria. Este proceso, iniciado a mediados de los ochenta, permitió que un gran número de jóvenes de estratos medios y bajos accediera a este nivel de educación.

La rápida expansión de la oferta educativa no ha estado exenta de desbalances: hay una gran heterogeneidad en la calidad de las diversas alternativas educacionales. Esta situación  hizo necesario el diseño de mecanismo de regulación para asegurar un estandar mínimo en las características de estos servicios.

Esta iniciativa permite acreditar la calidad de las instituciones y, de manera independiente, las carreras de pregrado y posgrado, basándose principalmente en la coherencia entre misión  institucional o perfil profesional de la carrera, y lso recursos y modelos de gestión.

El hecho de que la acreditación sea voluntaria transforma esta herramienta en un indicativo que cada institución puede soslayar comunicacionalmente para atraer nuevos estudiantes.